El sexto partido de las
finales venía calentadísimo después de que la mujer de Steph
declarara a través de la red social Instagram que su hija era capaz
de dormirse en “The Q” a causa de que sus aficionados no hacían
suficiente ruido. Por si fuera poco Lebron James dijo que estaba
tranquilo de cara a este partido porque el era “el mejor jugador de
la NBA”.
El primer cuarto empieza
con los Cavs consiguiendo hacer su juego de pocos puntos, atacan la
zona, pero con la necesidad de que el balón pase por las manos de
Lebron, en cambio los Warriors intentan conseguir tiros abiertos ante
la defensa de Clevelan, llegando así a los 7 minutos de juego
jugados con un 8-8 en el marcador y con un tiempo muerto de Steve
Kerr, entonces salen los Warriors con su “Small Ball” y Curry
anota diversos puntos y sobretodo creando tiros en solitario para
Iguadola, que quedaba liberado por el 2x1 que le hacían a Curry.
Colocándose a falta de un minuto y medio 23-15 con 10 asistencias en
10 tiros provocando el tiempo muerto de David Blatt y que este dejase
a Mozgov en el banquillo para salir con”Small Ball”, para
intentar mover el balón y tener menos perdidas, ya que llevaban
siete a causa de la falta de toma de decisiones por jugadores no
llamados Lebron James, finalmente el cuarto acaba en un 28-15 y con
nueve perdidas de balón de Cleveland y un ataque sin movimiento de
balón.
El segundo cuarto empieza
con dos triples seguidos de Cavs, el segundo de Lebron sobre la
bocina del tiempo de posesión, para la contestación de Barbosa, y
luego Klay Thompson hiciera su 3a falta a diez minutos del descanso,
tras la entrada de Curry por Klay y dos jugadas más donde Cleveland
se acerca al marcador a siete, Steve Kerr intenta frenarlos con un
tiempo muerto, tiempo muerto que surge efecto ja que durante tres
minutos entre los dos equipos anotan dos canastas para poner el
marcador en un 32-26 a favor de los Warriors, que los Cavs lo
aprovechan para acercarse a 4 puntos, provocando la reacción de los
de la bahía para distanciar otra vez el marcador a un 37-29 a falta
de 5 minutos para el descanso. Dos minutos más tarde Iguadolo
provocaría su 3a falta. Hasta el último minuto del cuarto el
partido viene a ser devoluciones de canastas, pero en el último
minuto los Cavs consiguen pasar de un 45-38 a un 45-43 gracias a los
rebotes donde Cavs lidera por 16-29 para acabar la primera parte,
llevando así el partido a ritmo de 90 puntos, donde quería Blatt.
El tercer cuarto parecía
que iba a seguir con la misma tónica, los Cavs se llegaron a poner
dos arriba con un 45-47, pero llego la reacción de Warriors
imponiendo un parcial de 8-0 y el marcador favorable a 53-47, y con
un jugador clave sorpresa, Festus Ezeli, que en 10 minutos firmó 10
puntos y cuatro rebotes, la mayoría de ellos en el tercer cuarto
poniendo así el marcador a 73-61 a falta de doce minutos para que
los Warriors pudieran proclamarse campeones.
Parecía que el partido
estaba resuelto, pero los de Oakland no querían dejar de luchar por
el anillo, lo que dio que consiguieran acercarse hasta a 7 puntos en
el marcador, pero los Warriors a base de triples consiguieron volver
a alejarse, destacando Iguadola y Curry para un marcador de 89-77 a
falta de 6 minutos de final del partido. Y entonces empezó el
intento de remontada de los Cavs, llegando a ponerse a 4 puntos a
falta de 29 segundos, demostrándonos una vez más que nunca hay que
darles por muertos. Entonces Curry anota dos tiros libres y entierra
el partido, que acaba con un 105-97 como resultado final.
La final termina con un
4-2 que proclama a los Warriors campeones de la NBA después de
cuarenta años y con Andre Iguodala como MVP de unas finales en las
que se puede decir que han luchado un súper equipo (Warriors) contra
un súper jugador (Lebron) y como ya Michael Jordan dijo, un jugador
gana partidos, pero el juego en equipo gana campeonatos.
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